miércoles, 2 de febrero de 2011

Escrito 1


Mientras manejaba hoy al trabajo, no podía dejar de pensar en ti.
Recordé cosas lindas de nuestro pasado.
Recordé uno de los vídeos que me mandaste una ves,
"ojos que no ven, corazón que no siente"
Recordé el placer de escuchar la letra de aquella canción,
la pasión de lo prohibido y de lo que hacíamos.

Así surge la idea de escribir para ti, miserablemente.
Ayer; un nuevo primer día de clases, nuevo semestre,
y me sentí triste, alejado de la tierra que pisaba,
busque placer en mi tristeza y lo encontré al recordar
que resulta ser la causa de tu tranquilidad, 
Abandonar la pasión, la locura, el deseo;
todo a cambio de felicidad y la tranquilidad de la calma.

y él ni siquiera te conoce. No como yo,
no sabe de lo desmedida que puede llegar a ser tu alma apasionada
ni comprende los momentos en los que quiere volar,
no sabe, siquiera escucharte y saber tranquilizarte.
No sabe encender fuego dentro de ti para hacerte sentir viva,
Mas bien sabe atenuar tu vida para evitar dolor,
culminar el fuego para prevenir decepción
¿Es tan atractiva la calma?
Como podríamos vivir en un mundo sin movimiento
¿siquiera él podría contestar a esto?

y ahora, finalmente haremos de lo prohibido, algo prohibido.
dejaremos a un lado lo malo para recuperar nuestra moral?
y sabes que te ayudaré a que así suceda:
esperaré que mientras regresas a nuestro lado correcto de la vida,
mientras te extrañe mas cada ves, entonces, en tu alegría
buscaré alientos para evitar mencionar como solía ser antes.
Pero sé que dudaré de esa felicidad, de la paz y armonía que reflejes
nunca cambiamos, o si?

Dudaré cada ves, y seguiré pensando que es un error
preferiré y añoraré nuestra locura de engañar al mundo
y mentir en vidas externas a las nuestras.
y al no encontrar a nadie como tu, estaré triste.
cansado de toda moral y enfurecido con el bien que te arrebató de mi
mientras mi demencia aumente, traeré recuerdos a mi mente para poder escribir

En un mundo imperfecto,
juntos, tratamos de ser diferentes
pero fallamos. Debíamos ser imperfectos también.




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